Ansiedad, angustia, sudor de manos, temblor, falta de respiración, ideas negativas e irracionales, pesadillas y visualización de accidentes. En definitiva, miedo a conducir. Estos son los síntomas de la amaxofobia, una enfermedad que supone una limitación importante en el desarrollo del día a día de las personas que la padecen y hace que se sientan incomprendidos, sin entender en algunos casos por qué no pueden ponerse al volante o lo pasan extremadamente mal si lo hacen.
En más del 90% de los casos desaparece esta fobia, es un proceso lento y para el que se necesita mucha paciencia. No obstante, las crisis pueden volver con el tiempo, sobre todo a nivel psicológico, que es el causante del miedo paralizante. En estas ocasiones, lascrisis pueden llegar a darse tan solo por coger las llaves del coche, mientras que otros son capaces de montarse en él y arrancarlo y la crisis se genera cuando ya está conduciendo. El problema se puede solucionar con algunas clases en unas semanas.
De Luna Autoescuela